tu cuerpo no es blanco, ni negro

tu cuerpo no es blando ni duro

tu cuerpo es un campo

con la hierba fresca

es el amanecer soleado

es la cálida carica del sol

la brisa se eleva firmemente

como tus senos

las flores se abren

se rellenan de colores

tiñen con intensiones oscuras

se esconden tras el manto invisible

de la niebla

cada flor se aquea

se extiende suavemente

como la curvatura de tu cuerpo

deseo llegar al final del camino

donde las gotas de lluvia

refresquen la llama

endurezcan el tallo

que está pegado al toque

tierno de los pétalos

lubrique mojando

con el sereno de la mañana