desnudos mirándonos como si fuéramos dos olas en el océano

como si fuéramos dos árboles entrelazados por las raíces

te miro y tú me miras como si el tiempo no existiera

como si en la noche estuviéramos solo tu y yo

como dos piedras a la luz del sol

a la brisa fresca de un atardecer

cogidos de la mano cruzamos la muralla de la soledad

la diluimos como un relámpago a las sombras

haciendo cenizas las nieblas de la oscuridad

desnudos nos entregamos en alma y corazón

suspiramos como dos luceros que se pierden

en un inmenso cielo despejado y azul

desnudos nuestros cuerpos caen como plumas

vuelan como aves

se consumen, se nutren, se unen, se refrescan

mientras nuestros sueños se hacen realidad.