me encanta besarte porque tus besos siempre son como el primer día

te pones nerviosa, pero enseguida vuelas en lo cálido

te alborotas y tus dedos se apoderan de mi espalda

el frio se derrite cual hielo al fuego

te refrescas con mi lengua y suspiras por mis toques

rápidamente nos dejamos llevar hacia las sombras

hacia lo desconocido en tierras secretas

y una vez más, juntos nos entrelazamos, como si

quisiéramos ser uno solo

no nos importa nada más, que dejar que nuestros cuerpos

se consuman por el fuego lujurioso

las sabanas pueden variar de forma hasta

rasparnos con la delicadeza de un cálido roció

o bien cubiertas por la noche debajo de un cielo azul

no nos importa si hay ojos puestos en nuestra desnudez

nos concentramos en nuestras pieles, en nuestros corazones

que arden de amor, que se encienden al calor de nuestros besos.