en silencio ronda en mis pensamientos al ver tu hermosa sensualidad de mujer amada

porque tu piel se llena de manos ajenas libres al deseo

al que hace temblar como las cuerdas de una guitarra afinada

como la canción que se canta en la luna

y en las sombras rojas bajo el manto que esconde

las sutiles oraciones de un simple mortal

ahora que el pasado consumió las palabras

dejándolas enterradas en el olvido

mis ojos brillan con la luz lujuriosa de las ansias

viendo tu piel sobre la fina seda que te recubre

subiendo los pliegues con mis manos calientes

cediendo a lo que mi pecho pide

y a lo que mis suspiros imploran.