fuiste mía por días enteros desnuda en tu alma

con las largas piernas como bienvenida

me sostuviste en tus caderas aprestaste mis intensiones

cautivaste lo delicado y grueso de mis sentimientos

abrece tus firmes nalgas como si fueran mi salvavidas

tus muslos se decidieron a dar rienda suelta a los antojos

dando paso a lo desconocido y entre las sombras

tus labios besaron más que mis palabras

dejaron su marca en todo mi cuerpo

me hicieron liberarme, soltarme al cielo

te entregaste al placer fugaz a las fantasías cortas

oh ¡yo suspire dentro de ti

y con fuerza nos retorcimos goteando de deseo

te quedaste en mis brazos, tus labios se encargaron

de hacer volar la imaginación

y desperté, te soñé vívidamente.