mientras podamos juguemos al juego del amor

juguemos a las caricias lentas y dulces

a los besos de mentiras diciendo verdades

hagamos que nada importe más que nuestra hoguera

dejemos que nuestros cuerpos se quemen de lujuria

permitamos que los placeres nos consuman por una sola vez

hagamos que el tiempo se detenga

devoremos los segundos y lentamente recorramos nuestras almas

divirtámonos como dos niños

deja las puertas abiertas sin ninguna tranca

te hare correr por senda de un paraíso

por el césped fresco con el roció de adorno

hagamos que la noche venga

y a plena luz del día

perdámonos en la oscuridad y en la cálida niebla del agrado

agitándonos violentamente ante el goce y la satisfacción