mis manos andariegas quieren encontrar el camino sobre tu cuerpo

quieren recorrerlo no solo deslizándose

sobre tu piel fresca y hermosa

no solo palpando las preciosas curvas

que son el sube de los deseos

el rodadero de los suspiros

y los arcos lentos como cuando

alguien mira al cielo

no solo sosteniendo tus manos

cruzando los dedos

mirando a la sensualidad eterna

no solo agarrando tu esbelta cintura

que acolcha las yemas de mis dedos calientes

en el instante que mis labios

se remojan queriendo besarte

no solo bajando a lo prohibido

que las quema de placer

en el fuego que perdura incluso

en el hielo y las sombras

quieren recorrerte como el destino

a la vida.