quiero encender la chispa con besos calientes por tu espalda

encontrando ese punto, el vuelo a la pasión

el desvió hacia la intimidad

para después recorrer tu cuerpo entero con mis caricias indecentes

como el perverso atardecer romántico e impúdico

sin previo aviso, haciéndote desbordar las ansias y el apetito

mujer de cuerpo sensual quiero verte a los ojos

antes de beber la pulpa fresca de tus labios

antes de seducirte derritiéndote como la crema blanca sobre las fresas

con el cerrojo en la puerta

con las luces a medias y el refresco de las tibias sabanas

mujer de labios dulces y perversos

eres la fruta lujuriosa que me quiero comer

como el lechero antojado de lo mejor

con las manos inquietas al postre blanco y manjar

succionando, apretando, para subir y bajar

con el desenfreno de un amante prohibido

con la tranquilidad y caballerosidad

de un buen amor