tímidamente déjame merodear bajo tus intrigas al secreto de la noche

al ritmo de las estrofas románticas, al fuego del silencio

y las respiraciones pausadas

mi bella déjame encontrar el camino hacia tus labios

seguir el curso por las rosas húmedas, protector y firme

al salto lujurioso de una danza,

a los dedos calientes, al discurso poético

al rubor de un inocente tacto

al roce sutil de la piel y los zumbidos de las rimas

tímidamente déjame sentir el poema de tu encanto

separando los puntos por comas entrelazadas

déjame irme, colarme hacia el interior de tu fiereza

tiernamente, con fuerza, al calor de los latidos

al desborde del placer

a la respuesta de tus deseos

a lo inquieto y aventurero

tímidamente déjame luchar con tu resistencia

con vigor y delicadeza agarrarme en tu atardecer

para anochecer revuelto, y pegado

a tus carismas…

 al deleite de tus labios.