llévame de nuevo al paraíso a ese lugar acuoso

donde reírnos sin parar y el olor de tu cuerpo aflora los deseos

llévame de nuevo donde tus labios se inclinan

y dejan una huella por mi piel

llévame a pronunciar canciones al tono de tus caderas

comienza una y otra vez sin parar

sin final, deja que tus muslos se abran a mi palpitar

deja que tu piel se moje y se vuelva cristalina

cuando mis manos esparzan de caricias

permite que mis brazos te sostengan hasta que los gemidos

sean ecos en los pensamientos

ven enséñame de nuevo ese lugar

donde solo somos tu y yo

en una tormenta, empujándonos con violencia y ternura

nos encontramos en frases y en palabras

que nos unen mucho más allá

de la desnudez.