al principio la sabana es tibia como tu piel

cuando los juegos se incrementan

los cuerpos se calientas como si fueran a quemarse

la piel se vuelve suave perfectamente moldeable para las manos

para que los dedos se deslicen en las superficies

como si forjáramos el hierro la llama no para

no se detiene

ahora las sabanas son el refresco con su hielo

los besos se tornan sedientos de amor y de pasión

subimos al cielo quemándonos en el infierno

consumidos haciendo el amor

duramos días completos pegados a cualquier palabra

falta una silaba para volver a prender las cenizas

tan solo una brisa suave para estar de nuevo

entrelazados moviéndonos entre el frio

y el calor, entre lo cálido, refresco, frio y calor