tranquila como el verano, amante como el invierno y tus labios rosa

esos labios contorneados, sugerentes, niña hermosa

la invitación de un beso profundo, a puerta cerrada

detrás del escondite, al palpo de lo tibio y caliente

a la pulpa, saciando nuestro apetito

dejando que la sangre arda, al fuego de la lujuria

sobre tu piel tersa, ese tono blanco como porcelana

que se quema de deleite al delirio de mis caricias

niña hermosa por las puertas traseras entro, firme y protector

subo enamorado, con los pasos del lechero

abro, quito el seguro, y la crema, el jugo

entregándonos en un acto apasionado al encanto natural

al suspiro de un amor

atrayéndote con mi deseo y tu irradiando sensualidad

el límite entre lo dulce y lo erótico

entre la danza tierna y perversa

entre un beso suave y la pasión