mujer arrogante y orgullosa

tu honor se perseverará intacto

hasta que los gusanos atraviesen

la barrera de tu antipatía

en silencio todo desaparece

todo termina en fino polvo

como el deseo que me consume

y arde sin parar en mi pecho

mujer de dulces labios

de mirada fría

rasguemos el amanecer

hagamos la noche

y despertemos el sol

despedacemos lo virgen

abramos la luz a la vida

unidos en los placeres

sofocados en uno solo

esparzamos las cenizas en el mar

en la oscuridad

en la mitad de la noche

rodemos en la lucha atravesando

las puertas de lo desconocido

vivamos en el fuego

sedientos de nuestros labios.